Escribimos sobre lo que soñamos y soñamos con lo que nos falta, porque lo que no nos falta lo disfrutamos. ¿Quién querría imaginar y plasmar en un trozo de papel el abrazo de un ser amado si esa misma criatura existiese a dos metros de él? ¿Quién inventaría aventuras en lugar de vivirlas en sus carnes? Sólo los cobardes y los locos enamorados de ciertas ideas lo harían. ¿Para qué querríamos soñar nimiedades, pudiendo elegir cosas que sólo somos capaces de hacer cuando cerramos los ojos? Los cobardes sueñan con ser valientes, los introvertidos son famosos y admirados por miles de personas dentro de sus cabezas.
Soñamos con lo que no tenemos y a menudo nos falta lo que somos demasiado cobardes como para conseguir. Por eso yo soy escritora, cobarde y loca enamorada.
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